Pasan los gobernantes y todo sigue igual

Inundación en La Matanza:
"Pasan los gobernadores y todo sigue igual"
Familias del barrio Puente Ezcurra de La Matanza retiran sus pertenencias de las casas afectadas por la inundación

15 de octubre de 2019 • 08:18 En marzo cumple 70 años y vive en La Matanza desde hace 40. Estela González dice que ya perdió la cuenta de la cantidad de inundaciones a las que sobrevivió. "Pasan los gobernadores, pasan los intendentes y todo sigue igual. Son 40 años de nada. Yo ahora vivo en el centro, pero mis hijas están acá y el domingo [por anteayer] lloré con mis nietos", cuenta la mujer, que ayer estaba en el acampe improvisado que los vecinos de las localidades de Virrey del Pino, González Catán y Gregorio de Laferrère hicieron al borde la ruta 3, en el kilómetro 34, justo en la entrada del barrio Puente Ezcurra.
Los damnificados reciben algunas donaciones

El temporal que comenzó el viernes pasado y se intensificó durante el fin de semana -con más de 250 milímetros caídos en pocas horas- castigó a miles de personas que viven en La Matanza, el municipio que se llevó las peores consecuencias: 5000 vecinos tuvieron que ser trasladados a distintos centros de evacuados montados en escuelas y otros 15.000 se vieron afectados por la llegada del agua, que anegó caminos, entró a las casas y echó todo a perder.
Miles de personas se autoevacuaron.
  La Matanza entró en emergencia, pero las lluvias también golpearon a los municipios de Quilmes, La Plata, Ezeiza, Cañuelas, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Magdalena, Esteban Echeverría, San Vicente y Chivilcoy.
Según fuentes de la gobernación bonaerense y del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir), hubo unos 200 evacuados en Esteban Echeverría, cerca de 100 en Cañuelas, 50 en Ezeiza, 10 en Quilmes y 46 en Pilar, que ayer habían empezado a regresar a sus hogares.
Los vecinos buscan entre las donaciones ropa que les pueda servir.
"No te duermas" Emilce Coria tiene 20 años. Ayer también estaba al borde de la ruta, aunque en realidad está allí desde el sábado, cuando decidió montar su carpa para pasar la noche. "Es esa chiquita de ahí", dice mientras señala una carpa tipo iglú y le hace upa a s
u hija Briana, que tiene un año. Los Coria viven a 150 metros de la entrada al barrio Puente Ezcurra, en Virrey del Pino, y como no es la primera vez que el agua ingresa a su casa después de un temporal, la vivienda se construyó a 1,50 metros del nivel del terreno. "Ya estoy acostumbrada, y aunque mi casa está en altura el agua entra igual.
El sábado a la noche le dije a mi marido: 'No te duermas porque el agua te sorprende de repente y en cualquier momento estamos inundados'. Y sucedió", relata Emilce, mientras los vecinos le ofrecen leche para su bebé y torta frita. Luego reconoce que en este tipo de situaciones todos los vecinos son solidarios. "Podés estar peleado y no hablarle a alguien por años, pero de repente cuando el arroyo desborda y el barrio se inunda, siempre te dan una mano. Hoy [por ayer] vamos a levantar el campamento y nos vamos para lo de mi suegra. Mi marido se queda acá porque no queremos dejar la casa sola. También hay mucha inseguridad, y la gente tiene miedo de que entren a robarle", describe.  Familias autoevacuadas en el barrio Puente Ezcurra de La Matanza tras las lluvias que dejaron las calles inaccesibles

  El arroyo que desborda es el Morales y el agua todavía no cedió, está estancada. Además de Puente Ezcurra, algunos de los barrios más afectados de la zona fueron Nicole y Los Álamos. Muchas familias decidieron irse a la casa de algún pariente o de amigos. Otros, afirman los vecinos, subieron los colchones a los techos de las casas. "El que puede se queda, porque sabe que si deja la casa sola corre el riesgo de que le entren a robar", repite Magalí Cancinos, que vive en Nicole y se acercó al borde de la ruta para buscar algo de ropa que llegó entre las donaciones. "El agua empezó a entrar por el techo, filtraba por todas partes. Era como si estuviera lloviendo adentro de mi casa. Y hasta ahora nadie vino a ayudarnos", detalla.  Con algunas pocas pertenencias que pudieron salvar de la inundación, varios vecinos se dirigen a lugares más altos.
Desde el Comité de Crisis del Municipio de La Matanza, encabezado por la intendenta Verónica Magario, informan que las acciones de socorro y asistencia comenzaron el jueves pasado por la noche y que durante estos días se dio asistencia a los evacuados con alimentos, atención médica y distribución de remedios, según el diagnóstico de cada persona.
El barrio Puente Ezcurra de La Matanza afectado por las inundaciones
El gobierno nacional informó que el subsecretario de Operaciones de Protección Civil de la Nación, Daniel Russo, llegó hasta el Centro de Operaciones de Emergencia de Defensa Civil de La Matanza para supervisar las medidas de ayuda. Desde la gobernación bonaerense comunicaron que prestan colaboración a todos los municipios afectados y que "en los últimos días La Matanza fue uno de los que enviaron más camiones para retirar mercadería". Desde la intendencia de Magario respondieron que "la ayuda que ha enviado la provincia es limitada, ya que no llega al 1% de los recursos que el municipio está destinando a esta emergencia". Y agregaron que el gobierno bonaerense solamente aportó 85 colchones, 600 frazadas, cuatro botes con motor, una torre de iluminación, 1600 litros de agua y seis camionetas.
El temporal que comenzó el viernes pasado y se intensificó durante el fin de semana. Fuente: LA NACION Crédito: Rodrigo Néspolo "La gente que pasa por la ruta está dejando agua, comida y ropa", cuenta Kevin, de 14 años, mientras revuelve en una montaña de prendas en busca de un abrigo de su talle. Al lado están parados Fernando García y Melina Sosa, que viven en San Justo y se enteraron de las inundaciones por el noticiero. "Estábamos mirando la televisión y sentimos que no nos podíamos quedar ahí sentados sin hacer nada. Justo había separado un montón de ropa que a mis chicos ya no les va más. Armamos dos bolsos y acá estamos. Una señora se acercó y se largó a llorar mientras nos agradecía. No es justo", se indigna Fernando, que trabaja en una gomería.
Agua, jugos y alimentos llegan al improvisado acampe que armaron los vecinos evacuado
También busca ropa, para ella y para sus hijos, Norma Cullen, que vive con sus cuatro hijos en el barrio Los Ceibos. "Esta vez fue la peor que me tocó vivir a mí. El agua en mi casa nos llegaba casi hasta las rodillas. Se mojaron los colchones, la ropa. Alquilamos ahí hace tres años. Siento que no se puede vivir así. Mis hijos me dicen que tienen frío, me preguntan cuándo se va a ir el agua. Desde el sábado pasado que no tenemos luz y las velas están re caras. No quiero llorar más. Pero a quién le importa", se pregunta Norma, que después de hurgar ente la ropa se da cuenta de que hay otra fila para retirar alimentos. Y allí va.
La gente que pasa por la ruta deja agua y comida para los más afectados.
Las calles se convirtieron en verdaderos ríos; el agua permanece estancada y baja muy lentamente.
  La Matanza entró en emergencia, pero las lluvias también golpearon a los municipios de Quilmes, La Plata, Ezeiza, Cañuelas, Lanús, Lomas de Zamora, Magdalena, Esteban Echeverría, San Vicente y Chivilcoy.
Voluntarios reparten agua entre los vecinos afectados.

En algunos lugares el agua llegaba más arriba de las rodillas.
Muchas familias no quieren abandonar sus casa por miedo a los saqueos.
Los voluntarios caminan por las calles inundadas repartiendo agua de bandas criminales

 

   

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